Un estadounidense cuenta su experiencia
El verano pasado, mi familia (mi esposa, seis hijos y yo), prescindimos por fin de nuestro coche. Fue una experiencia liberadora y aterradora a la vez.
Hemos sido tan dependientes de nuestro automóvil durante tantos años que renunciar a él ahora parecía impensable. Si tienes un coche, probablemente sea impensable para ti también.
Íbamos en coche a todas partes: a la escuela y trabajo, a clases de música, a los entrenamientos de fútbol, a reuniones familiares (que eran muchas), a las tiendas de comestibles, centros comerciales, restaurantes, cine, teatros, librerías y salones de belleza (no para mí, estoy calvo ... eh, afeitado), para pagar pedidos y hacer recados, para ir a la playa y a los parques. Para hacer cualquier cosa.
¿Cómo pudimos deshacernos de nuestro coche?
Reducir gradualmente su uso
Durante los últimos años, nos hemos "destetado" lentamente del coche (en concreto una mono-volumen o furgoneta). Reducimos su uso gradualmente, y si te lo estás replanteando es esto lo que recomendaríamos a la mayoría de las familias.
En primer lugar, vendimos nuestro segundo vehículo y aprendimos a funcionar con sólo uno.
En un primer momento mi esposa dejó su trabajo y comenzó a dar clases en casa a nuestros hijos, lo cual era fantástico porque tenían a su madre en casa todo el tiempo - algo que la mayoría de niños no saben qué es-. Más tarde tuve la oportunidad de dejar mi trabajo de día y trabajar desde casa, reduciendo los viajes en coche mucho. Después nos cambiamos de casa a una más cercana a la ciudad, para poder ir andando y en bici (todo estaba a cerca, por ejemplo las tiendas, salón de belleza, oficina de correos, playa, cine, restaurantes, cafeterías y mucho más). Sólo la familia y los entrenamientos de fútbol estaban lejos. Pasamos a usar el coche muy poco.
Finalmente, nos mudamos a San Francisco, y su gran transporte público fue un factor importante. ¡Estábamos renunciando a nuestro coche! Nota: Si bien otras muchas ciudades o pueblos no disponen de un buen sistema de transporte público, muchas personas han renunciado a sus coches en ellos (a pie o en bicicleta y el coche compartido son excelentes opciones).
Vendimos nuestra mono-volumen (¡bien!) y no compramos otro vehículo aquí en San Francisco. Unas veces hemos alquilado o nos han dejado un coche, y el niño, es lo que me recuerda lo afortunados que somos de no tener uno... Ahora recuerdo lo molesto e incómodo que era conducir, encontrar aparcamiento, encontrar un parquímetro, recuperar tu coche cuando se lo lleva la grúa, buscar lugares cuando se está conduciendo, pagar peajes y pagar parkings, los atascos de la hora punta... y demás.
Cogemos buses, trenes y caminamos. Vamos a comprar unas bicis pronto pero hemos decidido hacerlo paso a paso. ¡Andamos mucho! Escogimos una casa cercana a una estación de tren y hay líneas de autobusesque pasan muy cerca. Podemos ir a cualquier parte en esta ciudad con facilidad.
A menudo me paseo sin rumbo fijo, sólo para explorar la ciudad. Aprovecho los paseos con Eva y los niños para mostrarles el resultado de los nuevos lugares que nunca habría visto con un coche. Es la mejor manera de descubrir las bondades de un nuevo sitio (los coches te aíslan y la velocidad hace que te pierdas los mejores sitios).
Los autobuses suelen llevar personas muy raras, que gritan cosas, huelen o se visten de forma diferente y divertida. Me encanta eso. Es algo que mis hijos nunca habían visto, y ahora lo están conociendo y experimentando de cerca. Nunca están en peligro, pero ahora ven mucho más el mundo que cuando iban aislados en un coche. Vamos hombro con hombro con la gente en autobuses repletos, hablan con sus vecinos, sonríen a la gente y hacen que los demás sonrían.
No cuesta nada, y sin embargo, consigues aire fresco, ver a la gente, ver la naturaleza, ver las tiendas, restaurantes, las casas y las plantas que no tendría en un coche. Se consigue una gran forma física. Mi pequeña, de cuatro años, puede caminar kilómetros, y cantar mientras lo hace. Corre cuesta arriba. Por supuesto, a veces la llevo sobre mis hombros cuando se cansa, pero es un buen ejercicio para mí. También estamos más seguros que nunca (los autobuses son la forma más segura de viajar por las carreteras americanas).
Pasamos mucho menos tiempo en el transporte. Los coches son extremadamente caros, no sólo por el coste del coche en sí, sino también por la gasolina, los cambios de aceite, el seguro, los impuestos, los costos de estacionamiento, peajes, reparaciones, el precio del espacio para estacionar el coche durante la noche (los garajes no son gratis), la limpieza del coche, y los costos de salud (son poco saludables). Cuando se tienen tantos gastos, hay que trabajar más para pagar esos gastos. Reducirlos significa trabajar menos, y eso es algo maravilloso para mí y mi familia.
Tengo que dar muchas gracias a mi esposa, Eva, por ser tan generosa en nuestro experimento sin coche. Muchos de los cónyuges se quejarían (Eva ha confiado y disfrutado del viaje). Mis hijos también han sido maravillosos, en lugar de quejarse se han divertido conmigo, han jugado, han cantado, han explorado, han competido. Ha sido un gran viaje en familia, y me alegro de habernos embarcado en él.
Las limitaciones son en realidad los puntos fuertes
La gente que piensa en dejar su coche, de inmediato piensan en las razones por las que no pueden... las limitaciones. Pero me he dado cuenta que las supuestas limitaciones son realmente puntos fuertes. A tener en cuenta:
1. Te lleva más tiempo. Sí, a veces tardas más en llegar a los lugares (tal vez 20 minutos en lugar de 10-15, ó 45 minutos en lugar de 25-30). Pero eso está bien, porque los coches (más rápidos) son también más estresantes. Conducir con tráfico intenso es muy estresante. Por lo tanto, vamos a sitios más despacio, que es menos estresante, más divertido. Me gusta la vida más lenta.
2. El tiempo. A veces el tiempo no es bueno, pero la verdad, me gusta mojarme bajo la lluvia. A mis pequeños no les importa, les encanta pisar los charcos de barro. Estamos tan acostumbrados a estar en nuestras cajas de metal y cristal que nos olvidamos de lo maravillosa que es la lluvia. Y cuando el tiempo es bueno, los coches te aíslan de ello. No se llega a sentir el sol sobre los hombros, el viento en tu cara, el olor dulce de regaliz cuando se pasa por una tienda, ver las ardillas o loa patos que se burlan con su cuac.
3. Comodidad. Está claro, los autobuses pueden ser un inconveniente, a veces llegan tarde y te hacen llegar tarde. Pero hay que pensar en los inconvenientes de los coches que a menudo olvidamos: aparcamiento, atascos, ir aislado de otras personas, pagar peajes, el pago de estacionamiento, multas e infracciones, coches averiados, reparaciones, cambios de aceite, paradas en gasolineras, el seguro, lavar el coche, los peligros de accidentes de tráfico (los accidentes automovilísticos son la principal causa de muerte de los niños estadounidenses), la insalubridad para sus hijos, hacer un giro equivocado para tratar de volver a la ruta correcto, los gastos de un coche y tener que trabajar más para pagar por ello, los costes indirectos sobre la salud porque los coches son menos saludables para ti y tu familia y tener que trabajar más para pagarlo, por nombrar sólo algunos.
Cuando lo miras así, teniendo en cuenta todos los inconvenientes de las diversas formas de transporte, los coches no necesariamente salen ventajosos en comodidad.
4. Supermercados. Caminamos a la tienda de comestibles, está a una manzana de distancia. No podemos llevar todo lo que podíamos con el coche, así que hacemos viajes más frecuentes. Eso no es un pero, es un pro. Significa caminar más. De hecho, la tienda está cuesta arriba, así que hago sprint cuesta arriba. Es divertido y un gran ejercicio.
5. Sitios que no están cerca. Es más fácil montar en el coche e ir a lugares, mientras caminar o ir en transporte público requiere tiempo y planificación a veces. Así que sí, que estás un poco más limitado. Yo no lo veo como malo, una vez que aceptas esto significa que haces menos, lo que es más simple y menos estresante. Significa que sólo irás a lugares lejos si son importantes. Significa explorar maneras de divertirse cerca de casa. Los coches nos animan a hacer más viajes, contaminan más, nos hacen estar más ocupados, usar más tiempo, dinero y los recursos naturales. Disminuir la velocidad y tener menos viajes es mejor para nosotros, nuestra salud, nuestro medio ambiente.
"La vida es demasiado corta para el tráfico". Dan Bellack
Fuente: lessons from a car-free life
Muy buena transición de un hábito a otro!!! Enhorabuena!!!
ResponderEliminarYo estoy en el trayecto, es decir, he empezado a cambiar mi modo de desplazarme.
Antes vivía dentro de Madrid y me movía prácticamente para todo a pie (echo de menos esas largas caminatas), desde que me trasladé a las afueras, a 30Km de distancia, recuperé el uso del coche, pues aquí las cosas están más distanciadas (supermercado, gimnasio, cines, etc). Pero me he concienciado y ahora trato de usar más transporte público, combinado con compartir el coche. Gracias a una web muy sencilla (www.comuto.es) he podido aprovechar mejor y responsabilizarme de un uso menos dañino del coche. Sé que aún me queda el "destete", pero ya lo veo más cerca. Sé que lo conseguiré dentro de poco. Un saludo!